1F234 Bancos como instituciones públicas de la comunidad, abolición del sistema de tipo de interés y de los negocios bursátiles

Bancos como instituciones públicas de la comunidad, abolición del sistema de tipo de interés y de los negocios bursátiles: 

Como se ha solicitado numerosamente, y no sólo desde el comienzo de la crisis financiera y económica mundial de 2008/9, se tienen que controlar y supervisar los productos y los flujos financieros internacionales a nivel internacional y global respectivamente. Se tienen que retirar del mercado los papeles especulativos y se tienen que cerrar o declarar ilegales los paraísos fiscales. A medio plazo se tienen que disociar los bienes comunes como el agua potable, la tierra arable y los alimentos básicos, a proteger con una Carta de los Derechos Humanos reformada, de los valores y los negocios bursátiles. Para que estas tareas se puedan llevar a cabo de manera eficiente, debe ser creado un Consejo Financiero supranacional, legitimado por las reformadas Naciones Unidas, que tenga la autoridad suficiente y disponga de los recursos adecuados. Un impuesto sobre transacciones financieras efectivo en todo el mundo (una tasa porcentual en cada transferencia financiera internacional, en el rango de 0.5-1.0%) se convertiría en un derecho internacional, y los ingresos respectivos se emplearían para medidas en apoyo a regiones de infraestructura pobre y socio-económicamente desfavorecidas. En el curso de este proceso de reforma gradual las piedras angulares de una nueva normativa financiera serían implementadas al respecto.

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Una economía orientada a la sociedad quiere superar las funciones de gravamen, apropiación y enriquecimiento del sistema financiero y acabar con la función auto-referencial del dinero y devolver el dinero a sus funciones productivas y de servicio a la vida. Entre los ejes importantes de una respectiva reglamentación financiera adecuada se encontrarían los siguientes:

No serán permitidos negocios de inversión y de bolsa: Con la prohibición de cualquier especulación con dinero y de todo canje con títulos de deuda, la bolsa se convertiría en un “mero” lugar para comercializar acciones reales de empresas; el mercado de divisas en el lugar en el que se constituyen los tipos de cambio reales; y las bolsas de materias primas el lugar en el que se forman los respectivos precios de mercado para las materias primas o alimentos.

– El sistema de financiación de la inversión basado en el interés debe ser cambiado fundamentalmente al criterio del reembolso no temporal. Esto excluye la colección simultánea de intereses, puesto que éstos, frente al reembolso, son de ventaja para la fuente financiera (inversor). Para alcanzar esto, se puede substituir el interés habitual por una tarifa de préstamo a pagar de una sola vez por parte del prestatario (o un tercero) como remuneración al agente de venta de crédito – es decir, por lo general al banco. Esto elimina el crecimiento exponencial de los intereses (deuda) a pagar.

– Los bancos que facilitan dinero acreditado del banco central, o sea «dinero de deuda», deben ser reorganizados en instituciones públicas del bien común o de sus fiduciarios. Por consiguiente, deben ser reorientadas a su función de servicios sin fines de lucro en la responsabilidad del sector público: función de almacenamiento; función de intermediario entre depósitos y préstamos sin gravamen sobre la renta para el banco, y; función de asignación orientada por el bien común. Los gastos del negocio están cubiertos por las tarifas del préstamo. Los empleados de los bancos públicos son empleados con salarios de tarifa fija sin bonificaciones como en otras administraciones. Los bancos públicos existen a nivel regional local y a nivel de país. Además, es posible que haya bancos de cooperativas y bancos privados orientados de manera fiduciaria al bien común. El derecho a la creación de dinero se encuentra únicamente con el banco central. La creación de dinero hasta ahora practicada por los bancos comerciales ya no es posible.