1F235 Economía circular ecológica y gestión participativa basada en la sostenibilidad económica, social y ambiental

Economía circular ecológica y gestión participativa basada en la sostenibilidad económica, social y ambiental: 

Gestión empresarial participativa

Generalmente una nueva constitución empresarial tiene que garantizar que dentro de una empresa ningún grupo reciba tanta autoridad para poder dominar las decisiones cardinales de la empresa en su sentido. Concretamente los inversionistas no pueden atribuirse un derecho auto-evidente de repartir la ganancia producida sólo entre sí. La acumulación continuada del capital a disposición privada exclusiva de los inversionistas tiene que ser acabada. La acción emprendedora tiene que orientarse en tres objetivos de meta iguales de importancia:

-La sostenibilidad económica, es decir la capacidad de mantener el proceso de creación de valor añadido de forma permanente también para futuros actores y generaciones.

-La sostenibilidad social, es decir el sostenimiento de oportunidades de vida y de participación también para futuros actores y generaciones, a través del proceso económico.

-La sostenibilidad ecológica, es decir el sostenimiento permanente de las bases naturales de la vida y la economía también para los actores y generaciones futuras.

Importante en una respectiva constitución empresarial participativa de este tipo son:

Expansión de la contabilización a criterios sociales y ecológicos: Las empresas son obligadas por el legislador a exponer junto a los criterios de balance económicos de finanzas también criterios de contabilidad y sistemas de indicadores numéricos ecológicos y sociales preestablecidos (aquí además existen ya procedimientos diferenciados – véase también “la economía del bien común”). Por diferentes incentivos y subsidios (impuestos, condiciones de crédito, pedidos públicos, aranceles etc.) la realización de estos criterios es recompensada o «castigada» en el caso negativo. Con esto el cálculo de éxito emprendedor es puesto en una base más ancha y dirigido por mecanismos de estímulo conformes con el mercado consecuentemente en dirección de la sostenibilidad económica, ecológica y social. En el cálculo de éxito son expuestos junto a los hasta ahora usuales gastos económicos también los costes y ganancias ecológicas y sociales.

Gestión participativa de la empresa: En la producción y distribución de bienes y servicios diferentes grupos están involucrados: Los inversores (esto incluye de recursos propios como también ajenos), el personal, los representantes del sector público (municipio, país), los clientes y los representantes los intereses ecológicos como los «defensores» de la naturaleza. Estos grupos llevan no sólo la responsabilidad sino también los riesgos de la producción. Si se acepta que la producción de bienes y servicios debe ser un asunto de la sociedad, estos grupos tienen que participar en los procesos de toma de decisiones corporativas. Hasta aquí, no se pone en cuestión ni la actividad empresarial ni el mercado (y el precio) como un medio de distribución. Más bien se trata ante todo de crear condiciones dentro de un mercado organizado de manera solidaria que conducen al manejo orientado en el bien común.

Economía cooperativa

Una forma especial de una constitución empresarial participativa es la economía cooperativa. Dado que los miembros de una cooperativa son también inversores, propietarios, productores, y posiblemente también los clientes, una condición esencial para una gestión participativa se da en sí mismo. Pero incluso si los conflictos de interés aparecen más pequeños en una cooperativa, se requiere la formación de un consejo económico empresarial para considerar los intereses de la sociedad. Las cooperativas solo operan plenamente en el sentido de la economía solidaria, si funcionan de acuerdo con criterios de contabilidad ecológica, social y de bienestar ambiental, y se incorporan en el sistema de los consejos económicos empresariales. Una forma avanzada de la economía cooperativa son cooperativas de reproducción. En ellas se unen la producción cooperativa y el cliente/consumidor a formar una cooperativa, en la cual el proceso económico funciona directamente a través la demanda y la satisfacción de las necesidades concretas – posiblemente incluso sin el medio de intercambio de dinero.

Economía circular ecológica

Como ya se ha expuesto, la economía capitalista de maximización de ganancias y del crecimiento continuo obliga a la externalización de los costes sociales y medioambientales. Esto conduce a sobrepasar los límites de carga ecológica lo cual – por las consecuencias de desastres climáticos inminentes, guerras por los recursos cada vez más escasos y graves disturbios sociales – está amenazando la existencia de la humanidad. Está claro que el tema ambiental está estrechamente vinculado a la cuestión de la justicia y asegurar la paz. Objetivo de una economía más humana es, por lo tanto, hacer prevaler la primacía de la ecología ante la economía, sin la cual incluso la propia industria no puede funcionar a largo plazo. El paradigma dominante es un retorno a la economía natural de circulación en el sentido más amplio:

  • Integrar y facilitar los ciclos energéticos de la naturaleza (industria energética regenerativa);
  • Reconducir cuanto más posible toda la utilización de material en circulaciones de reutilización (economía de reciclaje);
  • Reducir drásticamente, posiblemente a cero, la carga del sistema ecológico y el consumo de los recursos que no pueden ser regenerados y sustituirlos por otros materias o utilizaciones.