Creación de los nuevos valores básicos y de un nuevo fundamento ético-social

Creación de los nuevos valores básicos y de un nuevo fundamento ético-social:

Los valores básicos necesarios de una Sociedad Globalmente Renovada deben constituir coherentemente el punto de partida para la formulación y aplicación de directivas sociales (políticas), que tengan como meta el desarrollo sostenible de la humanidad. Los valores elementares y por ello valores básicos necesarios de una Sociedad Globalmente Renovada constituyen al mismo tiempo el armazón de un nuevo fundamento social y ético:

  1. La coexistencia pacífica de todos los seres humanos independientemente de su raza, sexo, edad, origen, educación, idioma, condición social y propiedad.
  1. La completa solidaridad práctica de la sociedad con aquellos miembros que muestren una capacidad inferior, sea cual fuese, o discapacidad, para poder establecerlos como miembros de la sociedad con pleno derecho moral.
  1. La superación consciente de la envidia y el odio individual y social (a) a través de una reorientación decisiva del concepto de valores, del condicionamiento, y de los sistemas de educación y formación; (b) mediante la superación de la impuesta competencia económica y social (psicológico-social); (c) a través la desmonetarización (desacoplamiento del valor monetario) de los sistemas de producción y de servicios; y (d) mediante una redefinición de la propiedad individual y privada.
  1. La promoción y la protección general del bien común de la sociedad en interés de todos los miembros de la sociedad, sin distinción de raza, sexo, edad, origen, educación, idioma, condición social y propiedad, y en exclusión de cualquier privilegio individual o colectivo.
  1. La creación de un alto nivel de vida universal para todos los seres humanos, basado en una reorientación social y ética para todo el planeta, en el desarrollo del bien común de toda la sociedad, y la sostenibilidad ecológica del planeta.
  1. Un orden social guiado por democracia participativa, basado en una escala universal de valores básicos (Tratado o Constitución), representando la piedra angular de una estructura social y económica mundialmente renovada.

No sólo las tradiciones religiosas y la antigua sabiduría de la humanidad, pero también más recientes investigaciones neurobiológicas y socio-psicológicas demuestran que una vida funcional y feliz no puede suceder a través la actuación de egoísmos y en el combate y la competencia. Más bien la cooperación, la afección, la empatía, la confianza y el aprecio son el eje de toda la motivación central que sustenta la vida en los sistemas biológicos, sociales y económicos. Además la «investigación moderna de la felicidad» refuta el error fundamental materialista y la afirmación de las ideologías neoliberales que el hombre encuentra felicidad y satisfacción en el “siempre tener más”, en el consumo creciente y el aumento del ingreso de dinero. Después de alcanzar un buen nivel de ingresos medios, la satisfacción no crece más con el aumento de los ingresos. Más bien las relaciones humanas, el amor, la confianza, una naturaleza intacta y la estabilidad social y la contribución de habilidades individuales son esencialmente más decisivos para la satisfacción con la vida del individuo y de las comunidades. Sin embargo, el desarrollo de esta experiencia de los dones interpersonales y sociales del hombre está marcado por los estímulos de su medio ambiente social, la casa paterna, la formación, la cultura y economía.

Por eso tiene que pertenecer al trabajo de base de todos los movimientos sociales alternativos empeñarse para superar el Mainstream dirigido a la envidia, lucha y competencia, y promover una experiencia holística de valores y pensamiento solidario en todos los niveles.[1]

[1] Véase también: Joachim Bauer: Prinzip Menschlichkeit – Warum wir von Natur aus kooperieren, und Jordis Grimm: Ergebnisse der Glücksforschung als Leitfaden für politisches Handeln? – Universität Flensburg.